“La paz no puede consistir tan solo en la ausencia de un conflicto armado, sino que supone principalmente un proceso de progreso, de justicia y respeto mutuo entre pueblos, concebido para afirmar la construcción de una sociedad internacional en la que todos puedan hallar su verdadero lugar y disfrutar de su parte de recursos intelectuales y materiales del mundo”
Hoy la paz se presenta como una meta difícil de conseguir ante la actual situación del mundo, y no se entiende, si no está vinculada al desarrollo humano y a la justicia.
“… la paz positiva presupone un nivel reducido de violencia directa y un elevado nivel de justicia…. una regulación no violenta de los conflictos, personales, sociales, político... para construir positivamente la justicia que implica una convivencia analítica, crítica creativa y global…” (Rodríguez Rojo. La Educación para la paz y el interculturalismo como tema transversal. Oikos-tau. Barcelona, 1995.)
La paz, como proceso dinámico que exige igualdad y reciprocidad Jares (1991), [1]además de una necesidad y un deseo, es una realidad que tenemos que construir y necesita de la ciencia, la educación y la cultura[2].
[1] JARES, X; Educación para la paz, su teoría y su práctica. Popular, Madrid, 1991.
[2] TUVILLA, J; Educación en Derechos Humanos: hacia una perspectiva global. Desclèe de Brouwer. Bilbao, 1998.
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